Para Nadia, una con zapatillas de bailarina (rosas, por supuesto). Quién sabe, quizás sean sus primeras zapatillas de ballet, aunque sean de azúcar.
La tarta de bailarina estaba cubierta con Swiss meringue buttercream. La decoración, con fondant rosa. Para las tiras de las bailarinas usé fondant mezclado con pasta de goma (mitad y mitad, aprox.) y luego le dí un toque festivo con las perlitas plateadas, que no sé por qué tienen fascinados a todos los niños. Las puse en las últimas galletas que hice, para el cumple de la hija de una amiga.
Mi amiga creyó que no eran de comer, al principio les dijo que las quitaran, pero (los niños tan espabilados, como siempre) una de las amiguitas de Alejandra no se quedó muy convencida y le dice a mi amiga "pues yo creo que sí que son de comer" y ni corta ni perezosa la prueba, dejando a mi amiga de piedra... Pues sí, sí se comen, están hechas también de azúcar.
