martes, 2 de agosto de 2011

Cómo hacer una base para tartas

Suelo usar bandejas de plástico para las tartas de tamaños normales y de un piso. Las bases de cartón grueso que venden hechas para tartas salen demasiado caras y sólo las he usado en ocasiones concretas en las que por las dimensiones o por el peso no me valían las de plástico. También he probado cubriendo una base con goma-eva de colores, pero la verdad es que cuando lo usé no me hizo mucha gracia, he intentado saber si es apta para poner alimentos sobre ella y, a pesar de que no es tóxico, no he visto en ningún lado que ponga que sea apta para uso alimentario. Se puede cubrir con un papel plástico transparente que venden que sí es para este uso, aunque queda algo más feo.  Supongo que quien lo usa pone bajo la tarta un disco de cartón fino de los de pastelería. Sin embargo, estos discos resbalan sobre la goma-eva. Intenté pegar los discos con Royal Icing pero, al llevar un acabado no poroso, no se pegan. Quizás alguien me puede dar una pista sobre cómo hacerlo.
Mi solución ha sido un poco diferente. Hace un tiempo compré cosas en una tienda inglesa y ví que vendían el papel plateado que suele cubrir las bases de cartón que vienen ya hechas. Lo venden suelto por metros en Squires-shop y sale muy barato. La tienda es inglesa, pero está también en español y los gastos de envío, curiosamente, me costaron la mitad más o menos de lo que suele ser desde España. Este papel lo he utilizado para reciclar bases de cartón ya usadas que se habían estropeado (sí, hay quien te las devuelve y todo) y también para hacer mis propias bases. El cartón duro y grueso no es fácil de encontrar, así que me fui a Leroy Merlín y compré un tablero de aglomerado grande, de 120 x 240 x 1 cm. Este tablero es suficientemente rígido y a la vez ligero, y bastante económico. Allí mismo y sin recargo te lo cortan como quieras, yo lo mandé cortar en 8 cuadrados iguales, de 30 x 30cm. 
Y con esto he hecho mis propias bases, a continuación os explico cómo.
MATERIALES NECESARIOS:
- Tablero aglomerado de 1 cm de grosor, cortado a la medida deseada.
- Papel labrado, plateado o dorado, para cubrir bases.
- Tijeras, regla, lápiz.
- Cola blanca al agua y pincel grueso.
- Pliego de papel corriente no muy grueso.
PROCEDIMIENTO:
Cortar el papel labrado a la medida del tablero + 3 cm por cada lado (para un tablero de 30x30 cm., cortar un trozo de papel de 36x36 cm.).
Aplicar cola por una de las caras del tablero, extendiéndola bien por toda la superficie con el pincel.
Pegar el papel plateado sobre el tablero, cuidando de centrarlo bien. Si se quiere, alisar con la ayuda de un trapo la superficie para evitar arrugas.
En los laterales tienen que sobrar unos 3cm de papel por cada lado. Hacer un corte en las esquinas como el de la foto, en dos de los lados, opuestos entre sí.
Aplicar cola en cada lateral y en el borde de la  trasera del tablero.
Ir pegando el papel a los lados, doblando las esquinas que hemos cortado como en la imagen. (Pegar primero los lados de las dos esquinas opuestas que hemos cortado).
Pegar el resto de los lados.
Por la parte de atrás, pegar un trozo de papel de la medida del tablero, tapando los bordes del papel plateado. Esto no es imprescindible pero queda mejor acabado y evita que se levanten las esquinas del papel plateado por debajo. Aquí yo he usado un papel de regalo delgadito que tenía en casa y no usaba (algo feillo, por cierto).
Y, voilá, aquí está el resultado, una base nueva y perfecta.
Una pequeña limitación: no se pueden pedir cortes redondos. Sólo salen bases cuadradas o rectangulares.
Ventaja: no hay andar cortando poliexpán en casa , esto te lo cortan. Son tableros ligeros pero rígidos y resistentes. El papel se pega a la perfección ya que la superficie es porosa y totalmente lisa.