sábado, 11 de diciembre de 2010

Aprovechando restos... una de toriijas

¡Hola!
La cocina tradicional siempre ha incluido recetas en las que se aprovechan los restos de otras. Por ejemplo, las famosas tostadas o torrijas. Se suelen hacer en Carnavales, de crema o con una especie de bollo que se puede comprar para ello. Pero también se pueden hacer con los restos de pan del día anterior, para aprovecharlo. 
Como ayer compramos demasiado pan en casa, lo he aprovechado para hacer estas tradicionales tostadas.
Hacerlas es lo más sencillo del mundo:
INGREDIENTES

  • Una barra de pan del día anterior.
  • Leche
  • Azúcar
  • Dos huevos
  • Canela en polvo
  • Aceite de girasol para freirlas

ELABORACIÓN
  1. Se corta el pan en rebanadas gruesas.
  2. En una bandeja o fuente se ponen las rebanadas en un baño de leche con azúcar y se deja que absorban bien la leche (mejor dejarlas un buen rato antes de freírlas).*Un truquito para darles más sabor: añadir un poco de preparado para hacer natillas de sobre a la leche.
  3. Aparte, por ejemplo en un bote de cristal, mezclar canela en polvo con azúcar, que luego utilizaremos para espolvorear.
  4. Batir los dos huevos en un plato hondo.
  5. Pasar cada una de las rebanadas empapadas en leche por el huevo y freírlas en una sartén con aceite de girasol bien caliente.
  6. Sacarlas de la sartén cuando estén doradas, colocarlas en una bandeja o plato sobre papel de cocina para que absorba el exceso de aceite, espolvoreando inmediatamente con la mezcla de canela y azúcar, que se deshace al estar calientes.
Además de estas recetas tradicionales, otras veces, por casualidad, también para aprovechar restos de otras cosas, se pueden hacer cosas como estas magdalenas... es del tipo de cosas improvisadas que pueden salir fenomenal o ser un desastre; a veces también hay que experimentar para aprender.
Estas "magdalenas" hice el otro día con los restos de una masas para hacer galletas. Había hecho dos mezclas para galletas, con y sin chocolate y me sobró un poco de cada una. Me daba pena tirarlas y como para hacerlas había usado dos yemas de huevo, me quedaban las claras correspondientes. Mezclé las dos masas de galletas con las claras. Como la mezcla era algo líquida, le añadí un poco más de harina, hasta que tuvo la consistencia adecuada para hacer un bizcocho. Puse la mezcla en un molde de silicona para hacer magdalenas y las metí al horno, que todavía estaba caliente, y voilá, en 15 minutos tenía seis magdalenas o cupcakes de chocolate.
Finalmente, las cubrí con restos de una cobertura de chocolate que tenía congelada y las adorné con bolitas de colores, y quedaron bastante aparentes, aunque quizás la masa estaba un pelín seca, pero quedaron estupendas para untar en un café.